Al llegar a la cima del Panecillo, la luna está llena y yace cenitalmente. Un Taita espera la llegada de los asistentes. Es él quien abre la puerta a lo mas alto de la cima, el lugar donde se procede al ritual del "Fuego Nuevo".
Mama Rosario dirige la ceremonia. Las guardianas del fuego, el oso (representa la fuerza y se encarga de reterner a los espiritus malos) y la loba que es la vigía, son otros protagonistas en la ceremonia.
Al rededor del fuego comienza la ceremonia. La puerta se cierra, Mama Rosario puede abrirla, dejar entrar y salir a los asistentes. Primero se convoca, de manera personal, a los espíritus para alimentar el fuego. Después, se hace las peticiones y propósitos a través de la limpia con el padre tabaquito.
Posteriormente, se continua con la ceremonia. La bebida sagrada -pisocodélica- es el San Pedrito. Después de limpiar el organismo a través del vómito, se inicia un viaje espiritual único. Quién lo ha practicado menciona que es una sensación parecida a encontrar espirritus al rededor, pero en realidad no hay nadie. Es sentir la presencia de otras personas ajenas al ritual, quienes no tiene materialidad, sólo presencia.
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